lunes, 17 de agosto de 2009

El torrente de Tomeu

Me inicio en los "posts" de "delamallorca extrema" para dar mi visión del torrente de Paréis.

Considero que es una excursión espectacular que requiere ciertas habilidades físicas como la destreza en el salto, la caída y la sujeción. Claro está que se necesita agilidad pero esto es lo que uno se cree y otra cosa lo que se ve allá abajo. Otro mundo! Que siempre te sorprende.

Allá abajo nos encontramos niños de todas las edades, una mujer acompañada de su marido e hijos intentándose explicar cómo se había dejado enbaucar en tamaño desafío extremo. Tambíen nos encontramos una pareja con su perro, personas de avanzada edad que hacen que te avergüences de tus dificultades a la hora de bajar. Como anécdota en este tema diré que la primera vez que lo baje nos encontramos a un hombre ya entrado en años que pretendía bajarlo. Espectacular. El tío iba con bastón!!!
Pero lo que siempre te encuentras son colas. Colas parecidas a las que te puedes encuentrar en los supermercados que te obligan a buscar soluciones desesperadas para avanzar por otro lado: son los conocidos "free-styles". Pero no os engañéis: son casi siempre tan interesantes como improductivos. Te metes en unos problemas que te cagas para darte cuenta, tras ciertos riesgos innecesarios, que no has conseguido adelantar a nadie, que sigues haciendo cola, en la misma posición, pero en el siguiente obstáculo. Pero así somos: siempre sacando nuestro lado más deportista y competitivo.

Yo en la excursión del sábado sufrí lo que se llama entrar en colapso muscular. Donde un músculo falla y el resto por solidaridad, amiguismo y compañerismo también.

Amigos extremos, es muy importante tener unas condiciones físicas mínimas. Yo no quería reconocerlo hasta que La Isla me lo hizo ver a base de continuos ataques musculares. Todo empezó cuando ya estabamos llegando a la Calobra. Aún faltaban ciertos retos que superar que me se me hicieron eternos. Primero se me subió el abductor trasero derecho cuando intentaba saltar de una roca a otra. Una falsa alarma pensé. Iluso! Tuve que tumbarme y realizar los pertinentes estiramientos sin decir nada. Estiré y continué. En el siguiente reto no fueron los cuadriceps traseros. Ahora les tocaban a los delanteros pero no os creáis que fueron los de una sola pierna. Fueron de las dos!!! y no sabéis lo que molesta que se te suban al mismo tiempo. La fatiga muscular ya era un hecho y mi vergüenza otra realidad. En ese momento me di cuenta que debía pedir socorro a mis compañeros. Por suerte la camaradería en montaña es infinita: en ellos encontré comprensión, paciencia, masajes, tonificación muscular, sesión de spa de agua helada, comida, hidratación. Un lujo! jjeje.

Como os podéis imaginar mi aventura acabó al llegar al final del torrente. Tuve mi bautizo como miembro extremo y juré estar preparado físicamente para la siguiente aventura. Ese es mi reto.

Allí les despedí, nuestros caminos se separaban. El grupo se disponía a acometer la ascensión con una determinación inigualable y el mío era más humilde. Era un baño en un lugar paradisíaco en pleno pulmón de la vorágine turística con mucha sombrilla, gritos, cremitas y barcos, pero, sobretodo, mucha "cosita buena".

Eso no fue todo: también me picó una medusa

Cambio y corto!

3 comentarios:

Jose dijo...

jejeje buen estreno tumiextremo, ya no m acordaba de los free-style q grandes...

Xim Berga dijo...

el mejor artículo desde hace mucho! Muy grandee

Ana dijo...

jejejeje muy bueno el testimonio jejeje. Así me gusta la Mallorca extrema resurge!!! ;)