lunes, 22 de marzo de 2010

Los cinco en l'Ofre blanco

Fue todo espontáneo, decidido sobre la marcha pero acabó en una bonita subida a un puig de l'Ofre teñido de blanco.
La noche anterior mientras tomábamos algo surgió lo “extrema” que había sido la memorable subida al Massanella nevado anteriormente relatada por Simón y a pesar de ser casi las 12 , Beatriz y Cris cambiaron la fiebre del sábado noche por la siempre contagiosa fiebre de la Mallorca extrema e insistieron en ir a ver la nieve. Así que envié unos cuantos mensajes y quedamos en llamarnos a eso de las 10 de la mañana para salir en busca de nieve.
Mi amigo Pepe fue el único que respondió a los tardíos mensajes y se unió a la improvisada excursión completando así el grupo de los cinco.
Lo teníamos todo, dos chicos, dos chicas, un perro, nieve y un día soleado.Algo que podría haber encajado perfectamente en cualquier novela de "Los Cinco".Y por si faltaba algo Pepe tiró de repertorio trayendo butifarrón y vino. Cris le puso el jersey a su perrito Timy y emprendimos la marcha.
En la entrada de Cúber aguardaba como siempre un simpático burro que se acercaba a los visitantes para sonsacarles algo de buena y distinta comida.

Alrededor de los embalses , la nieve combinaba con el colorido habitual, dándole ese toque blanco que le hacía más concurrido de lo normal. Pero ese blanco no nos era suficiente, queríamos ver más nieve, había que subir algún pico. La siempre notable ausencia de Xim hizo que nos decantáramos por una opción menos extrema que el Massanella así que optamos por subir a l'Ofre.


Un grupo de caballos salvajes y el cruce por un caudaloso torrente hicieron más llevadero el monótono tramo entre el embalse y el inicio del ascenso.

Una vez dejamos atrás el embalse de Cúber empezó la subida adentrándonos en un pinar en el que poco a poco el blanco le iba ganando terreno al verde.

Cada vez había menos gente, cada vez había más nieve, cada vez era más extremo…


Al final del pinar aguardaba el collado ya totalmente teñido de blanco. Ahí junto a la cruz característica estaba el desvío para bajar a Sóller por el precioso barranco de Biniariaix. Pero nosotros queríamos más nieve y optamos por buscar el sendero que sube a la cumbre.



La subida fue complicada. Debido a la nieve, el collado estaba irreconocible y ante la ausencia de los mapas de Xim nos pasamos el desvío que sube a la cumbre así que tuvimos que subir campo a través. Esto hizo que la subida fuera más dura pero también más bonita ya que vimos nieve virgen y en gran cantidad. En el tramo final retomamos el sendero para poder gozar de una vista maravillosa. Una vez arriba comimos y nos tomamos la botella de vino bajo la atenta vigilancia de las aves del lugar que planeaban sobre la cima en búsqueda de presas.


La bajada fue tranquila y con un sol agradable que empezaba con solvencia sus labores de deshielo.

Conclusión: Hacer una excursión por Mallorca es tan sencillo como dejar la pereza a un lado y lanzarse al monte.

Siempre me da pereza , pero nunca me arrepiento de conocer mejor esta maravillosa isla en la que vivimos haciendo excursiones como esta.
Subida al puig de l'Ofre, Domingo 14 de marzo.

Monty


Massanela nevado en marzo del 2010

sábado, 20 de marzo de 2010

Cuando "vamos a dar una paseo por la nieve" se convierte en subir el Massanella nevado…

El viernes por la tarde estaba tan tranquilo jugando a tenis cuando veo que Xim me llama. “Te vienes mañana a ver la nieve a la montaña…” me lo pensé un poco y dije que si. Al día siguiente, después de que Monty (otro de los extremos que intervinieron en esta aventura) le regateara una hora a Xim, salimos desde su casa en coche. Ahí empezó a complicarse la cosa: ¿Por qué no subimos al Massanella…? Para Xim un paseo por la nieve ha de ser extremo, si no, ¿Para qué?


Después de intentar cambiar de idea a Xim durante todo el camino (se llego a sugerir esa paradisiaca zona que es Pina y alrededores y, no sé porque, se quedó traspuesto al oír tal sugerencia) llegamos, tras pasar Caimari, el “Salt de la Bella dona” y una serie de curvas en las que el coche de Monty sufrió un poco, al punto de partida de la excursión: Justo la curva anterior a la gasolinera camino a Lluc.

La subida empezó ligera y a buen ritmo. Había un poco de nieve en los laterales y le recordamos a Xim otras excursiones en las que también “había” nieve… Pero poco a poco el camino se empezó a complicar: esta vez SI había nieve, demasiada para mi gusto. Y también para el gusto del cuarto componente de nuestra aventura: Toni. Su problema es consecuencia de no conocer lo suficiente a Xim y su “extremidad” (JEJEJE). Nadie le había avisado de la cantidad de nieve que nos íbamos a encontrar y el calzado que trajo no fue el más adecuado. El gozo de una subida así se transformó en sufrimiento para él: le entraba agua, resbalaba… Aún así no se rindió y conseguimos llegar, más o menos, al 75%-80% de la ascensión (mi cansancio también colaboró en parar en ese punto).

Durante la subida el paisaje fue cambiando y la temperatura corporal también. La secuencia podría ser la siguiente: calor-no nieve-arboles, calor-nieve-arboles, calor-nieve-no arboles, no calor-nieve-no arboles. En los últimos metros de nuestra subida empezó a hacer un ligero viento que combinado con el sudor y la nieve se llegó a hacer bastante incómodo pero se podía llevar.

Tras deliberar qué debíamos hacer, decidimos deshacer el camino andado (uno por cansancio, otros por calzado). Ya en una zona resguardada comimos y realizamos el último tramo de la bajada. Pero la aventura nos deparó una última sorpresa: Monty nos llevo a una caída de agua justo al lado de la carretera en la que a Xim le salió el “Paparazzi” que lleva dentro.

Bueno, pues hasta aquí laaventura de hoy. Cosas que hemos aprendido hoy: hay que llevar buen calzado para las excursiones y que para Xim, si se hace una cosa,se hace "extrema".

PD: Ruego a los otros expedicionarios que comenten detalles que se me hayan podido escapar.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Uf!! muchos pedales

Después de las tres primeras carreras (Bahía de Palma123km, Cala Millor 40km y Bahía de Palma 110km) en las que hemos sufrido lo que ya no recordaba ya tenemos un primer análisis de como ha ido el inicio de la temporada. Sin duda nos falta competitividad por tres razones claras:
1. Sin duda el hecho de llevar un par de años fuera de la competición, deja secuelas. Esta es la que tiene más peso, ya que los km de cada uno son los km de cada uno.

2. A consecuencia de la primera, los kilitos de más deben quemarse, porque estos no ayudan a subir y el pelotón no espera a nadie.

3. Debo adaptar los nuevos materias que ofrece el mercado a mi maquina (todo de carbono!!) Así que se aceptan donativos.


Mientras tanto os dejo una foto del circuito de Cala Millor, donde se me ve sufriendo como nunca, para disfrutar como siempre de la bicicleta
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